El jefazo de la división de juegos de Microsoft ha abandonado las verdes praderas de Redmond, dejando huérfana la consola que surgió bajo su mandato, la Xbox 360.
Moore se hizo cargo durante años de la división Interactive Entertainment Business tras una oferta de Steve Ballmer que no pudo rechazar. Antes de eso fue uno de los directivos de Sega.
Moore lo hizo realmente bien en Microsoft y consiguió que la 360 se hiciera con una buena cuota de mercado a expensas de la PlayStation de Sony.
Sin embargo es evidente que a Moore no le han ido tan bien las cosas últimamente. No ha logrado los objetivos previstos en los últimos meses y además el problema con las consolas y las garantías que cubren posibles daños podrían costarle a Microsoft cientos de millones de dólares.
No parece que le hayan dado la patada, y de hecho seguirá en su oficina hasta agosto. Oficialmente expone que simplemente ya ha 'quemado una etapa' en Redmond y quiere volver a San Francisco para vivir allí con su familia.
Le han contratado en Electronic Arts, donde se hará cargo de EA Sports en San Francisco.
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Traducción de Javier Pastor de una noticia original de Nick Farrell del 18 de julio de 2007.
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