La empresa italiana Sisvel es la encargada de licenciar la tecnología en nombre de la holandesa Philips, el Institut für Rundfunktechnik alemán y la francesa CCETT (los propietarios de la patente). Al parecer SanDisk no pagó los costes de uso de dicha licencia, lo que ha llevado a una polémica actuación en la feria IFA.
Y es que sin comerlo ni beberlo los agentes requisaron los reproductores MP3 de la empresa, responsables directos de las demandas judiciales que Sisvel mantiene con SanDisk. Según esta última, su tecnología no tiene nada que ver con la patentada con Philips, pero claro, habrá que demostrarlo.
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