El proyecto One Laptop Per Child está experimentando con un sistema de seguridad revolucionario que podría hacer que estos dispositivos mucho más fiables que los PCs actuales.
Según el Sydney Morning Herald, los planes de vender estos ordenadores de bajo coste al tercer mundo está aprovechando el hecho de que es un desarrollo de cero que además incluye el diseño de nuevos protocolos de seguridad. De hecho, creen que han llegado a completar una configuración que haría innecesario el uso de antivirus en estos portátiles.
Bajo las nuevas medidas de seguridad las aplicaciones deben correr en el denominado 'jardín amurallado', lo que limitaría el número de ficheros a los que la aplicación puede acceder.
Ivan Krstic, un arquitecto software del proyecto OLPC dijo que incluso si la seguridad falla, una tecnología de cifrado especializada evitará que la BIOS sea sobreescrita.
Esto haría realmente difícil causarle a la máquina un fallo hardware permanente, según sus palabras.
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