La técnica se llama HumaGram y la empresa canadiense lo promociona como una forma de trasladar objetos o personas desde un punto del planeta a otro lugar, casi como si estuviese ahí. Se basa en un sistema de proyección sobre una pantalla traslúcida que da la sensación de que no existe esa superficie. El problema es que requiere que la persona a la que se va a “teletransportar” esté en un plató, con un croma verde detrás y con una iluminación especial para que las cámaras que captan sus movimientos pueden transmitir su imagen.
Existe todo un proceso mediante un programa desarrollado por la empresa que captura la imagen de las cámaras y lo transforma en la silueta de la persona, con tal fidelidad que se reproduce el tamaño a escala casi a la perfección.
El sistema HumaGram está pensado para este tipo de eventos, cuando una persona no puede estar físicamente en un escenario y aun así quiere “dejar su presencia”. En el caso de Hawking este tipo de sistemas de hologramas le permite aparecer en muchos más sitios de los que es físicamente capaz de visitar. Debido a la enfermedad de Hawking, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), su movilidad es prácticamente nula y ha superado todas las expectativas de vida para este tipo de afecciones. Poder seguir dando conferencias a miles de kilómetros podrá ser perfecto para las personas que quieren verle, aunque sea en un holograma 3D.
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