Nicholas Negroponte puede estar contento con la publicidad que está consiguiendo para un proyecto tan prometedor como inspirador. Los portátiles para los niños menos favorecidos podrían sentar las bases de una mejor educación, y todo parece ir viento en popa para que el año que viene comiencen los envíos masivos de estos ordenadores a países como Tailandia, uno de los últimos en mostrar interés.
Las novedades nos llegan al tratar de dar una denominación al portátil, que hasta hace pocas semanas no tenía nombre propio y que al parecer tomaría el nombre de CM1, "The Children's Machine". Sin embargo, ese nombre ha cambiado a 2B1 (que se lee "To be one", algo así como "ser uno"). La máquina, fabricada por Quanta, dispondrá de un procesador Geode de AMD a 366 MHz, y una pantalla de 7,5 pulgadas que ofrecerá una resolución de hasta 1900x1200 píxeles, con una densidad de 200 dpi y dos modos de funcionamiento (uno de ellos permitirá usarlo incluso a la luz del día sin problemas) algo sorprendente para un dispositivo de estas características.
Tal es la expectación que se ha generado en torno al proyecto que muchos especulan con la posibilidad de adquirir muestras de estos portátiles de una u otra forma. Se barajan varias posibilidades, de las cuales conseguir alguno por medio del mercado negro o a través de portales de subastas son muy razonables, pero sería incluso factible pensar que el proyecto OLPC podría vender algunas unidades al público por un precio más alto (por ejemplo 300 dólares, en lugar de los 140 que costará en el momento de su lanzamiento) e invertir el resto en el propio proyecto.
Sea como fuere, deseamos toda la suerte del mundo a Negroponte y sus colaboradores.
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